Cinco señales de que necesitas un programa de rejuvenecimiento

Pocas condiciones futuras son tan seguras como el envejecimiento. Todo organismo está diseñado para que, luego de su momento de cúspide, pase por un proceso natural de deterioro. Y, aunque no existen métodos para detenerlo, sí puedes atravesarlo en óptimas condiciones de salud y ánimo, gracias a los avances en Medicina de rejuvenecimiento.

Es cierto, además, que no solo el proceso natural de envejecimiento contribuye al desgaste y al deterioro de tu cuerpo, afectando a sus funciones naturales, sino también la rutina diaria, puesto que es capaz de traer daños emocionales, físicos y hasta mentales, a través de las circunstancias que vives a diario y la actitud con la cual las asumes. Las siguientes, por ende, son algunas señales que envía tu organismo para indicar que algo no anda bien y la ayuda de la Medicina de rejuvenecimiento puede ser útil. Estas son:

• ¿Problemas con el sueño? No poder conciliar el sueño, tener un patrón irregular de sueño, sentir cansancio todo el día, o dormirte frecuentemente, en contra de tu voluntad, son indicadores de que necesitas ayuda. Si padeces alguna de estas condiciones, puede encontrarse fuera de balance y sería bueno brindar un abordaje físico al respecto, pero también otro adicional, de tipo emocional.
• ¿Humor cambiante? Es cierto que no es posible, ni natural, tener una buena actitud permanente. Las circunstancias moldean, de cierto modo, las respuestas actitudinales que evidenciamos. Sin embargo, si tus reacciones se salen de proporción, por lo cual pequeñas vicisitudes se convierten en grandes problemas, o, si padeces de profunda depresión sin causa aparente, ten cuidado. Tu equilibrio emocional puede estar alterado. Puede ser un buen momento para aplicar técnicas de Medicina de rejuvenecimiento diseñadas para aliviar cuerpo y mente.
• ¿Nada te interesa? Si la vida no es la misma, tu trabajo no te apasiona y tu familia y pasatiempos no te llenan como solían hacerlo, puedes estar a las puertas de una depresión, debido a una pérdida repentina del brillo de la vida. Combátela, dejando un poco de lado las obligaciones y la rutina, para enfocarte en aquello que realmente te hace feliz.
• ¿Subes y bajas de peso sin razón? Si hay cambios notables en tu peso, los cuales han sucedido en un período de tres a seis meses, tu organismo puede haber perdido su balance, o tal vez experimenta síntomas de alguna enfermedad que padeces, sin saberlo. Por lo tanto, ten cuidado y consúltalo con tu médico. Sin embargo, si estos cambios no se deben a ninguna causa médica, ordena tu dieta y rutina de ejercicios, evita el estrés y busca la Medicina de rejuvenecimiento, para lograr un peso adecuado.
• ¿No sueles cuidarte? Una disciplina de cuidado personal es la clave principal para evidenciar el bienestar, a través de los años. Comer bien, hacer ejercicio, evitar los vicios y el estrés, no tener una vida sedentaria, dormir correctamente, tomar bastante agua, cuidar tu piel y visitar al médico regularmente, son conductas que te conducirán sin duda a un mayor bienestar. Además, si las complementas con actividades que fortalezcan tu bienestar espiritual, intelectual o emocional, como recibir masajes, asistir a la iglesia, ir a un concierto, programar unas vacaciones o hacer yoga, los resultados serán notables.

Esperamos que estas cinco señales te resulten útiles, brindándote luces a la hora de analizar y evaluar tus comportamientos cotidianos, para entender, así, si deberías buscar técnicas propias de la Medicina de rejuvenecimiento para lograr el bienestar anhelado. En Cenegenics somos expertos en el tema, por lo cual podemos despejar todas tus dudas y brindarte ayuda sin par.

Por eso, si deseas conocer más al respecto, o ver cómo hemos ayudado durante años a muchos pacientes, para así tener una idea de todo lo que podemos hacer por ti, conoce nuestra sección resultados en nuestro centro de rejuvenecimiento. Conoce las historias de muchas personas con luchas similares a las tuyas, las cuales dieron un giro completo a sus vidas, decidiendo que el envejecimiento no determinaría el compás que rigiera su caminar. Es hora de unir tu historia a las suyas. ¡No esperes más!